Vivir en pareja hoy

Vivir en pareja hoy

Este artículo, sólo pretende poner de manifiesto la importancia de la prevención en el ámbito de las relaciones de nuevas parejas que van a emprender un proyecto en común de convivencia.

Desde una perspectiva individual, nos encontramos ante dos personas con sus propias características de personalidad, sus aprendizajes, condicionantes biológicos, antecedentes remotos, antecedentes proximales, etc.

Supone tener que cambiar de casa, de hogar, de familia u otros compañeros de piso, de estatus social, etc. que tienen que aprender a vivir en común, a perder cierta libertad, a ser más flexibles, es decir, adaptarse a una situación novedosa e ilusionante, que no por ello, estará libre de problemas.

Uno de los pilares en los que se fundamenta su éxito, está basado en la aceptación y el compromiso mutuo de las partes, proyecto a priori impecable, pero que a lo largo de la convivencia y en distintos momentos de la relación, se va a ver cuestionado por crisis de distinto tipo, de distinto origen, conflictos no resueltos, tanto a nivel individual como de pareja, con lo que puede llegar a tambalear, una relación de pareja que se las prometía de color de rosas, en el fondo y la forma.

En la actualidad, la pareja tiene un concepto más amplio que va más allá del proyecto de crear una familia, se puede entender, como lugar donde se descansa, se obtiene placer, lugar que ofrece protección y seguridad, por tanto, también es un lugar donde surgen los conflictos, bien por insatisfacciones de las partes, bien por agotamiento, bien por falta de recursos de afrontamiento, falta o mala comunicación, etc.

Estos conflictos pueden derivar de la lucha por el poder, la dominación, la dependencia, la culpa, nuestros egoísmos, nuestra personalidad, nuestros modelos de aprendizaje, nuestra educación, intereses, etc.

Por tanto, la relación de pareja se convierte en una empresa que tiene retos importantes que superar, como pueden ser la dependencia/independencia, la autonomía, el trabajo en equipo, incertidumbres, creatividad, sentimientos encontrados, el equilibrio entre lo próximo y lo lejano, manifestaciones de amor y odio, compartir sueños, familias, es decir, un proyecto compartido.

No hay fórmulas mágicas, ni dos parejas iguales a la hora de predecir, el éxito en la relación de pareja y además, como todos sabemos, existen muchas variables que desconocemos y que no controlamos, es decir, todo está en continuo cambio y lo que valía ayer, hoy puede ser diferente, pero si hay cosas que podemos hacer, como cuidar y alimentar la relación y eso, si depende de cada miembro de la pareja, depende de nuestra capacidad de amar, de dar sin esperar a cambio, de entregarnos sin condiciones, etc.

Vivir en pareja, al igual que a ser padres, no se enseña, se aprende y no todas las personas son capaces de desplegar estas conductas de manera natural, con lo cuál, se requiere un mantenimiento, una renovación en el día a día, y a la menor grieta que pueda aparecer, hay que prestarla la máxima atención, pues si la dejamos pasar, podemos poner en riesgo, el edificio de la convivencia.

Vivir en pareja, hoy, exige saber adaptarse a los nuevos retos, a los nuevos tiempos, a nuestras propias dificultades, a cuidar a nuestra pareja como nos gustaría ser cuidado, escuchar más y mejor… y asi, estaremos construyendo un edificio sólido que aunque con el tiempo y las circunstancias se pueda agrietar, tengamos la capacidad de restaurarlo tantas veces sea necesario y mantenerlo vivo con amor y compromiso.

Para finalizar, y desde un punto de vista evolutivo y egoísta, diría que si cuidamos nuestras relaciones de pareja, estaremos cuidando nuestro futuro.