02 Feb Ejercicio físico y salud mental
Se ha sugerido en distintas investigaciones al respecto, la implicación directa y beneficiosa del ejercicio físico en diversos problemas de salud mental o aquellos aspectos psicológicos relacionados con la salud mental como por ejemplo: depresión y en general estados de ánimo, ansiedad y trastornos relacionados con la ansiedad, afectividad, reactividad al estrés, manifestaciones psicosomáticas, adicciones, bienestar psicológico y calidad de vida, cantidad y calidad del sueño, procesos cognitivos, autopercepción de la imagen corporal, autoestima y otras variables relacionadas con el autoconcepto.
Los mayores beneficios para la salud se pueden esperar cuando las personas más sedentarias empiezan a ser físicamente activas. Este hecho tiene importantes implicaciones para la salud pública, tanto para niños, niñas y adolescentes como para personas adultas.
En general podemos afirmar según los resultados de los estudios realizados, que la práctica regular de actividad física de moderada a vigorosa se asocia a mejoras significativas tanto del bienestar psicológico como de la reducción de la sintomatología de diversos trastornos mentales.
Asimismo, es importante subrayar que la actividad física debe ser periódica con el fin de generar un efecto beneficioso para la salud. Resulta más positivo llevar a cabo cantidades moderadas de actividad física todos o la mayoría de los días de la semana, que realizar grandes cantidades de actividad física de forma esporádica.
La actividad física podría reducir la reactividad al estrés o su vulnerabilidad (Dishman y Jackson, 2000; Salmon, 2001) e incluso puede modificar determinados patrones fisiológicos involucrados en las respuestas al estrés; incluso en personas no clínicas, el ejercicio físico puede producir un efecto beneficioso y protector ante las reacciones a diferentes estresores y sus manifestaciones emocionales y psicofisiológicas.
La actividad física en general, favorece la salud mental e implica:
– El bienestar emocional (ansiedad, depresión, estrés, fatiga, afecto positivo y negativo, etc.).
– El bienestar cognitivo (funcionamiento cognitivo, memoria, etc.).
– Autopercepciones sobre sí mismo (autoeficacia, autoestima, autoconcepto, autoimagen corporal, locus de control, sensación de autodominio, etc.).
– Bienestar corporal (percepción de los síntomas somáticos, forma física percibida).
– Percepciones globales (autosatisfacción, bienestar general, etc.).
Como resumen de lo anterior, podemos indicar según los numerosos estudios realizados en los últimos años, tanto a nivel epidemiológico como experimental, que las personas que mantienen unos niveles razonables de actividad, tienen una menor probabilidad de padecer enfermedades crónicas y muerte prematura, luego estamos en condiciones de afirmar, que la oactividad física contribuye a la prolongación de la vida y a mejorar su calidad por medio de beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Goodwin, R.D. (2003) Association between physical activity and mental disorders among adults in the United States. Preventive Medicine, 36, 698-703.
Sandín, B. (2008a). Estrés psicosocial: Conceptos y consecuencias clínicas.
Stephhens, T. (1988) Preventive Medicine, 17, 35, 47.